Septiembre

Para mi, el noveno mes del año lleva una pe. Así lo aprendí en la escuela, pero ya antes de adquirir ese conocimiento se había empezado a uruguayizar a 'setiembre'. Tal vez la letra desapareció por influencia del gallego, catalán o más probablemente del portugués, o por haraganería de los orientales al hablar. Como sea, aquí es el único lugar en el mundo hispanoparlante que esa omisión sucede, en cualquier momento empezaremos a escribir 'otubre'.

Neil Diamond, con más de 100 millones de discos vendidos en su carrera, es un monstruo de la música. Incursionó por muchísimos géneros musicales e influenció a artistas tan distintos como UB40, U2 o Frank Sinatra. Sin embargo, yo solo conozco una canción de él: September Morn. Es una gran balada que puede ser triste o alegre, según el hemisferio con que se miré, el otoño o la primavera, el declive o el renacer, connotación que da el mes donde un cambio está por darse. Más allá de eso, la importancia que tiene para mi la canción es que al inicio de los '80 se escuchaba en la sección de 'las lentas' de los bailes de mi pueblo.

Una de las canciones más tristes que conozco es también, irónicamente,  una de las mejores de la banda que tiene tantos éxitos que son pura diversión. 21 de Septiembre, relata la estremecedora realidad de una madre con Alzheimer. El Cuarteto de Nos no podía caer en lugares comunes con esta jugada canción; no solo lo evita, sino que la música y la letra emocionan profundamente.

Había una época en que al caminar escuchaba música en la radio FM con mis auriculares.  Cómo diría la madre de Forrest, nunca sabías lo que te iba a tocar. Es así que un día atravesando la Plaza Zabala empezó a sonar en mis oídos EW&F, y esa serendipia me alegró el día. Una canción que tiene un estribillo que dice "Ba-du, ba-du, ba-du-da, yeah" tiene que ser alegre. Desde entonces, escuchar September de improviso, es para mi un momento de felicidad.

En septiembre del año pasado publiqué mi primer entrada en este blog. Siempre disfruté de navegar en la web y de llegar a lugares muy apartados del punto de partida. La información que descubro en esa concatenación de links puede ser muy sorprendente. Así salió "enganchatesta" y el primer posteo. Luego me resultó muy divertido el proceso de escritura y selección de canciones. Descubrí que podía enganchar anécdotas, mías o ajenas, en una historia y eso además de ser ameno, me reencontró con los protagonistas de esos cuentos. Las devoluciones de amigos o algún desconocido, en los comentarios o por vía privada, ha sido muy reconfortante. Postear no fue solo algo para matar el tiempo pandémico, sino también para disfrutarlo. Ahora estoy procurando tratar de escribir mejor, especialmente después de leer Tu Rastro de Sangre en la Nieve, que me dejó paralizado por algunas semanas ya que me pareció que no tenía derecho a escribir después de leer esa obra maestra de Gabo.